Open Access J Sports Med. 2020 Jan 21;11:1-28. 

Hassane Zouha, Ayoub Saeidi, Amal Salhi, Huige Li, M Faadiel Essop, Ismail Laher, Fatma  Rhibi, Sadegh Amani-Shalamzari, Abderraouf Ben Abderrahman

Esta revisión reúne los resultados de 71 artículos publicados sobre ayuno y ejercicio. De los resultados que aquí se presentan cabe destacar que durante el ayuno hay una mayor liberación de ácidos grasos al torrente sanguíneo y se forman cuerpos cetónicos que sirven como fuente de energía para muchas células.  Además, hay menor producción de insulina y mayor producción de glucagón.

Aunque el metabolismo de proteínas contribuye al aporte de energía durante el ayuno, este es evidente sólo durante la restricción calórica severa. A largo plazo la mayoría de estudios reportan disminución de peso y reducción del porcentaje de grasa, disminución de las lipoproteínas de baja densidad o colesterol LDL, colesterol total y triglicéridos con un leve incremento del colesterol HDL. 

Respecto al rendimiento deportivo durante el ayuno los resultados no son claros. En algunos atletas hay una ligera disminución del rendimiento, pero en otros no. El ejercicio moderado es recomendado para prevenir la hipoglicemia en personas que sean sensibles. 

El entrenamiento en ayunas contribuye a una mayor oxidación de grasas al poner una mayor cantidad de ácidos grasos en la sangre que son utilizados por el músculo como fuente de energía. Dado que hay varias formas de ayuno y que las personas pueden responder de forma diferente, los resultados no son iguales en todos; esto significa que siempre es necesario individualizar la recomendación de ayuno y ejercicio.

El ayuno y el entrenamiento son dos grandes áreas de investigación con múltiples elementos. Entender la relación entre ambas áreas requiere un profundo conocimiento de la fisiología aplicada a la individualidad de cada persona.